• CONSTITUCIÓN DE LA BATERÍA
Las baterías que se emplean en los automóviles son del tipo de placas de plomo, a las que nos referimos en las explicaciones que siguen. Las placas de plomo en forma de rejilla llevan en sus intersticios o huecos, unas pastillas de material activo: plomo esponjoso, para las negativas y peróxido de plomo para las positivas. Entre las placas se colocan unas láminas aislantes, llamadas separadores, que suelen ser de madera, caucho, fibra, plástico, lana de vidrio, etc.
Tanto las placas positivas como negativas van unidas por unos puentes, conectadas en paralelo, y se montan intercalando las positivas entre las negativas y con los separadores entre cada par de placas. Unas y otras se colocan en el interior de un vaso, formando lo que se llama un elemento de batería o acumulador. Dispone de tapones para el llenado del electrolito, para verificar su nivel y para permitir la salida de gases que se producen durante las reacciones químicas. El electrolito compuesto par ácido sulfúrico y agua pura, se consigue en la proporción aproximada de ocho partes de agua y tres de ácido. Todas las baterías están formadas por varios elementos, que se disponen unos a continuación de otros, uniéndose sus terminales de forma que las placas negativas de cada uno estén unidas a las placas positivas de elemento siguiente, es decir, montados todos los elementos en serie, quedando dentro de una caja dividida por medio de tabiques. Aunque el voltaje de cada elemento puede variar entre 2’2 voltios, cuando está cargado y 1’7 voltios, cuando está descargado, se considera prácticamente que el voltaje de cada elemento es de 2 voltios. Así, una batería con seis elementos colocados en serie, es una batería de 12 voltios.
